¿Mal olor en la vagina?

La verdad es que cada una de nosotras tiene su propio olor vaginal único y ¡eso es perfectamente normal! Pero, también sabemos que hay momentos en los que ese olor puede ser un poco más… fuerte. Sin embargo, lo importante es comprender que la vagina no huele a rosas ni a perfume, y eso está bien. Es un ecosistema de bacterias y fluidos que trabajan juntos para mantener el pH vaginal equilibrado. Cuando ese pH se altera es cuando podemos notar un cambio en el olor.

Entonces, ¿cómo debería oler mi vagina? A yogurt, sí, así es, ya que hay bacterias beneficiosas llamadas lactobacilos en el flujo vaginal que cumplen el rol de proteger esta zona. Durante tu periodo menstrual es común sentir un olor similar al metal debido a la presencia de sangre. En etapas como el embarazo, la lactancia o la menopausia, las hormonas pueden incrementar las secreciones vaginales, dando lugar a un olor más intenso. Quizás no te parezca el olor más encantador, pero ¡no te preocupes! Es normal y te aconsejamos familiarizarte con él.

Y ¿qué pasa cuando ese olor intenso no está relacionado con los cambios hormonales normales? Hay algunos olores que podrían indicar otros problemas, como:  

¿Qué olores deberían preocuparnos?

Olor a pescado: si notas un olor similar al pescado, acompañado de picazón y flujo grisáceo o amarillento, podrías tener vaginosis bacteriana (VB). Es importante diferenciarla de las infecciones vaginales por hongos, que a menudo, se confunde. Estas últimas se caracterizan por un flujo blanco grumoso y espeso, dolor al orinar, ardor y picazón, pero no tienen dolor. Si presentas estos síntomas, gynoCanesten^®* puede ser tu mejor aliado para aliviarlos. 

Olor hediondo: un tampón olvidado en el interior de la vagina puede generar putrefacción y un muy mal olor. Así que, si eres un poquito despistada ¡ten mucho cuidado! Esto podría incluso llevar a un shock tóxico.  

Otros olores: las ETS (enfermedad de transmisión sexual) como la tricomoniasis, la gonorrea o la clamidia, también pueden provocar olores desagradables, acompañados de otros síntomas, como cambios en el flujo o dolores “bajitos” en la pelvis. 

Olor maloliente: en algunos casos, un olor desagradable podría estar relacionado con el cáncer de cuello uterino, que puede pasar desapercibido en sus primeras etapas. Si, además, tienes un flujo con mal olor, sangrado o dolor abdominal, es importante buscar atención médica.  

Consejos para prevenir el mal olor 

Ahora, aquí van algunos consejos para mantener el olor natural de nuestra vagina:

• Evita los enjuagues y duchas vaginales, ya que pueden alterar el pH. Opta por lavar la vulva con agua.
• Cambia tu ropa interior a diario.
• Opta por ropa interior de algodón en lugar de las ajustadas y sintéticas.
• Mantén relaciones sexuales de manera segura.
• Cambia regularmente tus toallas higiénicas y tampones o lava tu copa menstrual.
• Limita el consumo de alimentos dulces